La tradición
filosófica occidental tiene una historia de más de 2500 años, desde la Antigua
Grecia hasta nuestros días. A lo largo de ese tiempo, hubo una enorme cantidad
de filósofos y movimientos filosóficos, demasiado numerosos para ser
mencionados aquí. Lo que sigue es una mera caracterización de los distintos
períodos de la historia de la filosofía occidental, incluyendo una mención a
las principales figuras y corrientes de cada época.
Filosofía antigua
La filosofía antigua se inició en la Antigua Grecia en la
zona de Jonia (Asia Menor) a principios del siglo VI a.C. y se prolongó hasta
la decadencia del Imperio Romano en el siglo V d. C. Se la puede dividir en
cuatro períodos: el de la filosofía presocrática, que va de Tales de Mileto
hasta Sócrates y los sofistas, la filosofía ática (período de Platón, y de
Aristóteles), y el período post-aristotélico o helenístico. A veces se
distingue un quinto período que comprende a los filósofos cristianos y
neoplatonistas.[56] Los dos autores más importantes de la filosofía antigua, en
términos de su influencia posterior, fueron Platón y Aristóteles.
Filosofía medieval
La filosofía medieval es la filosofía de Europa y Oriente
Medio durante lo que hoy se llama el Medioevo o la Edad Media, que se extiende
aproximadamente desde la caída del Imperio Romano hasta el Renacimiento.[58] La
filosofía medieval se caracteriza principalmente por intentar conciliar las
doctrinas cristianas (pero también judías e islámicas) con la filosofía
heredada de la antigüedad clásica.[62] Algunas de estas doctrinas fueron
especialmente difíciles (como la encarnación y la trinidad), pero el esfuerzo
por resolverlas fue el motor de gran parte de la filosofía medieval, y llevó a
desarrollar conceptos, teorías y distinciones que heredaría toda la filosofía
posterior.
Filosofía renacentista.
La filosofía renacentista, o filosofía del Renacimiento, se
desarrolló principalmente entre los siglos XV y XVI, comenzando en Italia y
avanzando hacia el resto de Europa. En el Renacimiento, la filosofía todavía
era un campo muy amplio que abarcaba los estudios que hoy se asignan a varias
ciencias distintas,[58] así como a la teología. Teniendo eso en cuenta, los
tres campos de la filosofía que más atención y desarrollo recibieron fueron la
filosofía política, el humanismo y la filosofía natural.[58]
La filosofía de la naturaleza del Renacimiento quebró con la
concepción medieval de la naturaleza en términos de fines y ordenamiento
divino, y comenzó a pensar en términos de fuerzas, causas físicas y mecanismos.[58]
Nicolás Copérnico, Giordano Bruno, Johannes Kepler, Leonardo da Vinci y Galileo
Galilei fueron precursores y protagonistas en esta revolución científica, y
Francis Bacon proveyó un fundamento teórico para justificar el método empírico
que habría de caracterizar a la revolución. Por otra parte, en la medicina, el
trabajo de Andreas Vesalius en anatomía humana revitalizó la disciplina y
brindó más apoyo al método empírico.
Filosofía moderna (siglos XVII y XVIII)
René Descartes rompió con la tradición escolástica, dando
inicio a la filosofía moderna en general y al racionalismo en particular.
La filosofía moderna se caracterizó por reconocer plenamente
la preeminencia de la gnoseología por sobre la metafísica, argumentando que
antes de intentar conocer lo que hay, es prudente conocer lo que se puede
conocer.
Los principales debates de esta época fueron, por lo tanto,
debates gnoseológicos. El racionalismo, la escuela que enfatiza el papel de la
razón en la adquisición del conocimiento, tuvo sus principales proponentes en
René Descartes, Baruch Spinoza y Gottfried Leibniz.[65] Por el otro lado, la
escuela empirista, que sostiene que la única fuente del conocimiento es la
experiencia encontró defensores en Francis Bacon, John Locke, David Hume y
George Berkeley.
En 1781, Immanuel Kant publicó su famosa Crítica de la razón
pura, donde rechaza ambas posturas y propone una alternativa distinta. Según
Kant, si bien todo nuestro conocimiento empieza con la experiencia, no todo se
origina de ella, pues existen ciertas estructuras del sujeto que anteceden a
toda experiencia, en tanto son las condiciones que la hacen posible. Esta
postura inspiró lo que luego se llamó el idealismo alemán.
Filosofía del siglo XIX
Generalmente se considera que después de la filosofía de
Immanuel Kant, se inició otra etapa en la filosofía, en gran parte definida por
ser una reacción a Kant. Este período empezó con el desarrollo del idealismo
alemán (principalmente Fichte, Schelling y Hegel), pero siguió con una cantidad
de otros movimientos, la mayoría de los cuales fueron creados por filósofos
trabajando desde fuera del mundo académico.
Datos muy importantes
• En Alemania, los excesos metafísicos del idealismo dieron
lugar a un movimiento neokantista.
• Kierkegaard y Nietzsche sentaron las bases para la
filosofía existencialista.
• Auguste Comte acuñó el término «positivismo» y popularizó
la escuela del mismo nombre.
• En la ética, Jeremy Bentham y John Stuart Mill elaboraron
el utilitarismo, según el cual la acción correcta es aquella que produce la
mayor cantidad de felicidad general.
• Karl Marx y Friedrich Engels invirtieron la filosofía
hegeliana para fundar el materialismo dialéctico.
• En los Estados Unidos, Charles Sanders Peirce, William
James y John Dewey dieron origen a la escuela pragmatista.
• Por el final del siglo, Edmund Husserl inició la escuela
de la fenomenología trascendental.
• En el último tercio del siglo, Gottlob Frege empezó con su
trabajo en lógica matemática, que habría de proveer las herramientas para la filosofía
analítica, pero que permanecería desconocido hasta el siglo XX.
Filosofía del siglo XX
En el siglo XX, la mayoría de los filósofos más importantes
trabajaron desde dentro de las universidades, especialmente en la segunda mitad
del siglo. Algunos de los temas más discutidos fueron la relación entre el
lenguaje y la filosofía (este hecho a veces es llamado «el giro lingüístico») y
las implicaciones filosóficas de los enormes desarrollos en lógica a lo largo
de todo el siglo.
Las tradiciones filosóficas más significativas y abarcadoras
del siglo XX fueron dos:
La filosofía analítica se desarrolló principalmente en el
mundo anglosajón, y debe su nombre al énfasis que al principio puso en el
análisis del lenguaje por medio de la lógica formal. En la segunda mitad del
siglo, sin embargo, la filosofía analítica dejó de centrarse sólo en el
lenguaje, y la unidad de la tradición recayó en la exigencia de claridad y
rigor en la argumentación, en la atención a los detalles y en la desconfianza
hacia los grandes sistemas filosóficos. Algunos pensadores tempranos que se
asocian a la tradición analítica son Gottlob Frege, G. E. Moore, Bertrand
Russell, Ludwig Wittgenstein, Karl Popper, Isaiah Berlin y los integrantes del
Círculo de Viena, y más adelante Willard van Orman Quine, Saul Kripke, John
Searle y Donald Davidson, entre otros.
En su obra Principia Mathematica de 1910-1913, Russell y
Whitehead intentaron establecer una báse lógica de la aritmética pero su
intento se vio anulado en 1931 por el descubrimiento de Gödel: Sobre
proposiciones formalmente indecidibles de Principia Mathematica y sistemas
relacionados.
La segunda tradición principal del siglo XX resulta aún más
difícil de caracterizar que la filosofía analítica. La filosofía continental se
desarrolló principalmente en la Europa Continental (de ahí su nombre), y se
caracterizó por ser más especulativa y por dar más importancia a la historia
que la filosofía analítica.[58] La fenomenología, el existencialismo, el
estructuralismo, el postestructuralismo y la postmodernidad son algunas
escuelas que caen dentro de esta tradición. Algunos de sus autores más
influyentes fueron Edmund Husserl, Martin Heidegger, Jean Paul Sartre y José
Ortega y Gasset en la primera mitad del siglo, seguidos por Michel Foucault,
Jacques Derrida, Noam Chomsky, Hannah Arendt y Gilles Deleuze en la segunda.
Bibliografía:
«filosofía», Diccionario de la lengua española (vigésima
segunda edición), Real Academia Española, 2001,
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